HomeNet International (HNI) participó en la mesa redonda “El poder colectivo de las mujeres para el bien público: ¿dónde estamos ahora, 30 años después?”. Este evento, organizado por el Gobierno de Suecia, la Fundación Ford y WIEGO, tuvo lugar en marzo de 2025, y coincidió con la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer en Nueva York, a la que también asistió HNI. 

El debate se centró en el papel vital de los colectivos de mujeres en la promoción de sus derechos y su empoderamiento económico, y abordó cuestiones críticas como las tareas de cuidados, la protección social y la violencia de género. 

Con motivo del 30.º aniversario de la Conferencia de Beijing, la CSW analizó la importancia de estos grupos, los desafíos que enfrentan ante diversas dificultades y la necesidad de que los colectivos de mujeres tengan un mayor reconocimiento y apoyo. Esto incluye reconocimiento legal, financiación, capacitación y representación en el desarrollo de políticas.

Janhavi Dave, coordinadora internacional de HNI, habló sobre las políticas relacionadas con la protección social de las personas trabajadoras en domicilio. A continuación, se detalla su intervención:

Es cierto que, para las trabajadoras en domicilio, el desarrollo de políticas sobre protección social a menudo ha estado alejadas de sus realidades inmediatas, que giran principalmente en torno a la obtención de reconocimiento como trabajadores y trabajadoras, el acceso al trabajo y la obtención de salarios mínimos. 

Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 cambió este panorama. Durante la pandemia, cuando las personas trabajadoras en domicilio tenían poco o ningún trabajo, sus principales demandas eran el acceso al trabajo y la protección social. Exigieron ser incluidas en las políticas de protección social. Para dar respuesta a esta situación, se solicitó a HNI que fortaleciera la capacidad de las y los líderes para negociar en materia de protección social, lo que condujo al desarrollo de uno de nuestros primeros programas sobre este tema.

La pandemia de la COVID-19 también marcó el comienzo de los sistemas digitales, lo que impulsó a las organizaciones de personas trabajadoras a desempeñar un papel mediador entre estos sistemas y las personas trabajadoras, como se vio con iniciativas como el portal e-Shram en la India.

En India, las leyes de seguridad social se han consolidado en Códigos de Seguridad Social, lo cual presenta varios desafíos. Durante y especialmente después de la pandemia de la COVID-19, SEWA, junto con otras centrales sindicales, incidió para la protección social de las personas trabajadoras de la economía informal, y remarcó que el acceso debería ser más sencillo. Este trabajo de incidencia produjo la creación por parte del gobierno del portal e-Shram para registrar y recopilar datos sobre las personas trabajadoras no organizadas o del sector informal. Si bien la intención era encomiable, muchas personas trabajadoras, en particular aquellas con alfabetización digital limitada, tuvieron dificultades para registrarse en este portal en línea. Además, las personas trabajadoras en domicilio fueron inicialmente excluidas de la lista de categorías de personas trabajadoras reconocidas. Luego de múltiples reuniones con el gobierno, se incluyeron finalmente los oficios de las personas trabajadoras en domicilio, como la confección, la fabricación de bidis, incienso y barriletes, junto con las personas vendedoras ambulantes, las personas trabajadoras de la construcción, las trabajadoras del hogar y las personas trabajadoras agrícolas.

SEWA continúa impartiendo clases de alfabetización digital para sus integrantes y ha organizado campamentos de registro de e-Shram en los lugares de trabajo, como los mercados callejeros, las obras en construcción y las comunidades de viviendas de bajos ingresos, donde las personas trabajadoras en domicilio trabajan y viven.

Actualmente, SEWA cuenta con aproximadamente 500,000 miembros registrados en el portal e-Shram, quienes se benefician de medidas de protección social como pensiones, seguro médico y seguro contra accidentes. Si bien esta iniciativa gubernamental plantea numerosos desafíos, SEWA mantiene su compromiso de promover la protección social y movilizar a las personas trabajadoras en relación con este tema crucial.

Existe la idea errónea de que la transición a sistemas digitales significa que se necesitan menos personas en el proceso de la protección social; sin embargo, esta experiencia demuestra el papel esencial de las organizaciones de personas trabajadoras para cerrar la brecha entre las necesidades de las bases y el sistema.

En conclusión, después de la pandemia, la protección social ha cobrado protagonismo para las personas trabajadoras en domicilio, que están impulsando la inclusión y la ampliación de las políticas de protección social a nivel nacional, y estamos trabajando para superar todas las brechas que sean necesarias.