Escrito por: Leslie Vryenhoek

La palabra "empoderada" a menudo se usa en exceso, como una palabra de moda desprovista de su verdadero impacto. Sin embargo, la trayectoria de Jemimah Nyakongo es un profundo testimonio del empoderamiento en su sentido más auténtico y poderoso. Su transformación, de una ama de casa silenciosa y marginada en una aldea rural de Kenia a una influyente líder mundial para las trabajadoras a domicilio, no solo es inspiradora, sino una narrativa profundamente conmovedora de resiliencia, acción colectiva y la búsqueda inquebrantable de la dignidad y la voz.

Como la mayor de cuatro hijos, durante sus primeros años de vida, Jemimah vio a sus padres invertir en su educación como trabajadora sanitaria comunitaria. Sin embargo, a pesar de sus cualificaciones, la dura realidad del mercado laboral le impedía conseguir un empleo formal después de graduarse. Este obstáculo la llevó a una escuela vocacional, donde perfeccionó valiosas habilidades artesanales. Encontró un incipiente sentido de comunidad y propósito en un grupo juvenil local, donde obtenía unos modestos ingresos con cestas bellamente tejidas y elaborados collares de papel. Estos ingresos, aunque pequeños, fueron un sustento vital, ayudando a mantener a sus padres y dos hermanos que lidiaban con las necesidades médicas derivadas de la malaria cerebral, lo que puso de relieve su innato sentido de la responsabilidad y la dedicación a su familia.

A la tierna edad de 20 años, Jemimah se casó, un cambio de vida significativo que la llevó a mudarse a la aldea de su esposo, una práctica cultural común que, para ella, trajo consigo una inesperada ola de soledad y profundo aislamiento. Este sentimiento se intensificó tras el nacimiento de su primer hijo, despertando en ella un anhelo de conexión y propósito más allá de los confines de su nuevo hogar. Fue en este estado de vulnerabilidad que descubrió el Grupo de Mujeres Rachuonyo Moyie. Compuesto por mujeres de su aldea natal, este grupo se convirtió en su santuario, ofreciéndole no solo consuelo y un muy necesario sentido de pertenencia, sino también oportunidades tangibles de empoderamiento económico. Juntas, elaboraban y vendían meticulosamente bolsas de plástico tejidas para la compra en los mercados locales, un esfuerzo colectivo que le proporcionó a Jemimah un ingreso crucial y, aún más importante, un sentido de identidad y propósito compartidos.

A pesar de sus diligentes esfuerzos dentro del grupo y de sus roles esenciales como ama de casa y madre, Jemimah sentía profundamente una falta de estatus y reconocimiento dentro de su comunidad. En las reuniones de la aldea, se esperaba rutinariamente que se sometiera a quienes se consideraban más importantes —maestros, médicos y otras figuras de autoridad—, y su voz era constantemente silenciada e ignorada. "Ni siquiera piensas en tener voz", reflexiona con una sinceridad conmovedora, recordando una época en la que había aceptado desde hacía tiempo su aparente falta de valor. Esta profunda sensación de falta de voz subraya las profundas barreras sociales a las que se enfrentaba.

Su notable transformación, un verdadero despertar, comenzó hace seis años con una invitación inesperada a una reunión específica para trabajadoras a domicilio. Impulsada por su grupo de mujeres, Jemimah, con la determinación que la caracteriza, vendió una cesta para cubrir sus gastos de transporte y asistió a la reunión de WIEGO (Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando). Lo que descubrió allí fue realmente asombroso: comprendió que, de hecho, era una trabajadora, y que sus contribuciones, a menudo invisibles e infravaloradas, eran vitales para la economía. Los debates que se desarrollaron resonaron profundamente en ella, articulando los mismos problemas que enfrentaba a diario: la falta generalizada de reconocimiento de su labor, el acceso limitado a mercados estables, la ausencia de protección social esencial, la carga del trabajo de cuidados no remunerado y el cuidado de los niños, ingresos insuficientes e irregulares, y quizás lo más frustrante, la falta de control sobre el precio de sus propias creaciones.

“En esa reunión, solo éramos nosotras, ¡y querían escuchar lo que teníamos que decir!” Esta revelación encendió una chispa en su interior. Con renovada valentía, habló, compartiendo sus experiencias y perspectivas. “Hablé, y fui... heard”, recuerda con un asombro que todavía resuena, marcando un momento crucial en el que su voz, por primera vez, no solo fue expresada sino reconocida y valorada.

A partir de ese momento, el mundo de Jemimah se expandió rápidamente. Cuando se programó otra reunión crucial en Nairobi, sus compañeras de trabajo a domicilio en Kisumu, reconociendo sus incipientes dotes de liderazgo, la nominaron. Su grupo de mujeres secundó rotundamente la nominación. Nairobi, una metrópolis extensa, imponente y en gran medida desconocida, presentaba nuevos desafíos, entre ellos convencer a su esposo. A menudo usaba la intimidación como método de control, pero Jemimah, ahora envalentonada, encontró una oportunidad cuando él mencionó el cuidado de los niños como un obstáculo. Con ingenio, consiguió que un miembro de confianza del grupo la ayudara con sus hijos y, con renovada determinación, emprendió el viaje.

A su regreso, su entusiasmo era palpable al compartir con entusiasmo sus aprendizajes y perspectivas con su grupo de mujeres y sus compañeras de trabajo a domicilio en Kisumu. Fortalecida por la creciente conciencia de sus propias capacidades y el invaluable conocimiento de sus contribuciones económicas, se convirtió en una organizadora imparable. Nunca faltó a una reunión de trabajo a domicilio, e incluso tuvo la capacidad de pedir prestado un teléfono para asistir virtualmente cuando era necesario. "¡El poder interior ahora intenta proyectarse, y nadie lo reprime!", declaró, una poderosa afirmación de su espíritu inquebrantable.

Trabajando incansablemente junto a personas con ideas afines y trabajadores a domicilio en todo Kenia, Jemimah desempeñó un papel fundamental en la creación y el exitoso lanzamiento de HomeNet Kenia en 2020. Su dedicación fue reconocida al ser elegida presidenta. Bajo su apasionado liderazgo, HomeNet Kenia creció rápidamente, alcanzando una impresionante membresía de más de 7,000 personas. "Nunca me rendí; dije: 'Cueste lo que cueste, es importante que existamos y que nos conozcan'", afirma con pasión, expresando su profunda creencia en el poder de la visibilidad colectiva. "Cuando somos muchos, la voz se amplifica". Este mantra se convirtió en la piedra angular de su defensa.

Su recién descubierta fortaleza y propósito tuvieron un profundo impacto positivo en sus hijos —dos adolescentes y un hijo pequeño— quienes, a pesar de extrañar su atención ocasionalmente, apoyaron incondicionalmente su crucial labor. En su 40.º cumpleaños, sus hijas escribieron un emotivo poema que expresaba con belleza su orgullo y admiración. En parte, decía: «Nos has enseñado valentía, nos has enseñado a cuidar, a soñar en grande y siempre atrevernos...». Este homenaje profundamente personal subraya el efecto dominó de su empoderamiento, inspirando a la siguiente generación dentro de su propia familia.

Casi al mismo tiempo, la Plataforma Regional Africana de trabajadores a domicilio estaba tomando forma, y ​​Jemimah fue nominada nuevamente para representar a los trabajadores a domicilio kenianos, un testimonio de su creciente influencia y liderazgo. Su reputación se extendió, y cuando llegó el momento de que la región africana nominara a dos representantes para el comité del grupo de trabajo de HomeNet International (HNI), fue elegida sin dudarlo. En 2021, durante el lanzamiento oficial de HNI, Jemimah se convirtió con orgullo en una de las dos representantes africanas en su prestigioso órgano de gobierno, marcando su ascenso a la escena mundial, abriendo más oportunidades de representación en diferentes reuniones por todo el mundo. "Había estado trabajando en mí misma durante mucho tiempo y, con el apoyo y la orientación que me rodeaban, ya no me sentía intimidada", explica Jemimah, destacando su crecimiento personal y el papel crucial de su red de apoyo. Con una renovada confianza, solicitó un pasaporte y una visa, embarcándose en un viaje que la llevaría mucho más allá de los confines familiares de su vida en el pueblo, un paso simbólico hacia un mundo más amplio.

En 2023, mientras HNI se preparaba meticulosamente para su primer Congreso histórico presencial en Nepal, un evento diseñado para reunir a trabajadores a domicilio de 29 países diversos, Jemimah fue parte integral de la delegación, habiendo sido elegida como miembro ejecutivo de HNI en representación de la vibrante región de África.

Durante las trascendentales elecciones de funcionarios de HNI celebradas en Nepal durante el congreso presencial, Jemimah fue seleccionada como la primera Tesorera de HNI. Abrumada por una compleja mezcla de emociones y dudas, lidió con la enormidad del cargo, considerando que África es la región más joven y su relativa inexperiencia como la persona más joven elegida. Sin embargo, el apoyo incondicional del comité ejecutivo, los demás funcionarios y la Coordinadora Internacional rápidamente disipó sus temores, asegurándole su total orientación y mentoría. "Estaremos aquí para apoyarla", le dijeron, reconociendo su potencial y compromiso. "Eso es ser una líder obrera".

Aun así, la realidad de su nuevo puesto era difícil de asimilar por completo. Cuando se anunció oficialmente su nombre, una profunda emoción la invadió. "Estoy ahí arriba pensando en mi trayectoria", recuerda entre lágrimas dirigiéndose a los trabajadores a domicilio allí reunidos. "Estoy ahí porque ustedes están ahí. No podría hacer esto sin su apoyo". Esta conmovedora declaración encapsulaba su humildad y su profunda comprensión de que sus logros individuales estaban inextricablemente ligados a la fuerza colectiva y la solidaridad de su comunidad.

Liderar HomeNet Kenia y desempeñarse como tesorera de HNI son, notablemente, puestos de voluntariado. A pesar de sus importantes responsabilidades globales, Jemimah continuó tejiendo cestas, trabajando meticulosamente con sus manos para generar ingresos. Dominó el arte de la multitarea: sus ágiles dedos se dedicaban a la artesanía mientras su mente se dirigía simultáneamente a reuniones y debates complejos, un testimonio de su dedicación y de las realidades económicas que enfrentan muchos trabajadores a domicilio.

En mayo de 2025, cuando Janhavi Dave, Coordinadora Internacional de HNI, finalizó su primer mandato, la búsqueda de un sucesor resultó compleja. Los miembros de la junta directiva de HNI, con el pleno respaldo del comité ejecutivo, nominaron a Jemimah para asumir el cargo interino de directora de la organización, que representa a la asombrosa cifra de 1.5 millones de trabajadores a domicilio en 30 países. Esta ardua tarea implica la crucial misión de hacer oír su voz en los foros internacionales de formulación de políticas. Esta vez, sin embargo, Jemimah no dudó. «Sé el instrumento y amplifica las voces de los trabajadores a domicilio», se dijo a sí misma con firmeza, y luego, con convicción inquebrantable, declaró en voz alta: «Acepto este reto».

La notable transformación de Jemimah, de una joven aislada, antes oprimida y silenciosa a una potencia global, es una historia arraigada en un profundo despertar. Comenzó con una profunda comprensión de su propia identidad, sus derechos inherentes, sus vitales contribuciones económicas y el innegable poder de la pertenencia colectiva, el desarrollo de capacidades y la poderosa representación. Expresa su profunda gratitud por el apoyo y la afirmación incondicionales que ha recibido de numerosos aliados: el Grupo de Mujeres Rachuonyo Moyie, la fraternidad HomeNet Kenia (HNK), la fraternidad HomeNet África (HNA), los coordinadores regionales de HNI, el comité ejecutivo de HNI, la Secretaría de HNI, los funcionarios de HNI y sus compañeros que trabajan desde casa en todo el mundo.

Ahora, al embarcarse en esta nueva fase de su extraordinario viaje, Jemimah está profundamente concentrada en adquirir el conocimiento avanzado, las habilidades de liderazgo sofisticadas y los sólidos sistemas de apoyo necesarios para inspirar y orientar a la próxima generación de mujeres líderes trabajadoras.

Además de dominar la terminología y comprender los marcos legales, reconoce la necesidad crucial de adquirir una profunda competencia para comprender cómo los complejos problemas globales y las dinámicas en constante cambio afectarán a los trabajadores a domicilio. Esto incluye desafíos de gran alcance como el cambio climático, la evolución de los aranceles y el surgimiento disruptivo de la economía de plataformas, todos los cuales plantean amenazas y oportunidades únicas.

También explora con interés las profundas implicaciones de la inteligencia artificial (IA), cuestionando con atención si esta provocará el desplazamiento de los trabajadores a domicilio o, por el contrario, ofrecerá nuevas vías innovadoras para la generación de ingresos y el desarrollo de habilidades. "Quiero comprender mejor esto para que podamos estar mejor preparados para aprovechar estas nuevas tendencias y la economía", afirma, demostrando su visión de futuro y su compromiso de preparar a su comunidad para el futuro.

Se trata de una tarea considerable: un viaje continuo de aprendizaje, conocimiento e impartición de conocimientos a la vasta red de trabajadores a domicilio que lidera con tanta pasión. Sin embargo, Jemimah Nyakongo está inequívocamente preparada para el reto, personificando el verdadero espíritu de una líder que no solo se empodera, sino que empodera a otros. 

Cada revés es un preludio a una remontada, y cuando sigues creyendo en ti mismo, no solo encuentras el éxito, encuentras el significado.

Su historia es un faro de esperanza, que demuestra que con coraje, solidaridad y una creencia inquebrantable en la propia voz, incluso los más marginados pueden alcanzar el liderazgo en el escenario mundial.