Cuando se le pregunta cuántas veces ha sido arrestada como activista, Patricia Coñoman Carrillo encoge los hombros. Nunca las ha contado. Es parte de su trabajo como activista y dirigente sindical chilena en defensa de los derechos laborales, en particular en el sector textil, durante casi 50 años.
Las dificultades que ha enfrentado son difíciles de entender. Cuando ella y su esposo estaban intentando reconstruir los sindicatos en 1977 durante la dictadura de Augusto Pinochet, su esposo fue asesinado y ella se exilió durante nueve meses, dejando a sus tres hijas al cuidado de otrxs. No podía soportar estar lejos de ellas y volvió en secreto para continuar la reconstrucción. Durante la dictadura, fue presidenta de la Confederación Textil Nacional de Chile (CONEXTIL) (1975-2015) y líder en la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT) (1988-2017). En una reunión sindical, recuerda a lxs representantes trabajadorxs votando por su junta mientras había soldados apuntándoles con armas. Cuando terminó la dictadura alrededor del 1990, trabajó con observadorxs internacionales, sindicatos y otros movimientos para restaurar la democracia.
La bisabuela de 73 años afirma que su "valentía" proviene de la "sangre guerrera" que tiene por ser una mujer mapuche (indígena) nacida en Temuco, Chile. Esa ascendencia le suma un nivel más de discriminación a la condición de ser mujer y trabajadora en domicilio.
"Hay que ser audaz para ser líder", cuenta. "Tienes que creer que eres capaz de liderar" y "no olvidar de dónde vienes: el lugar de la pobreza, de la gente sin seguridad social, y recordar que podemos cambiar esta realidad; podemos luchar juntxs".
Hace una pausa para considerar otros factores. En la pared de la sala de estar hay certificados enmarcados junto a sus trabajos artísticos. Sostiene que "la educación" es esencial para aprender a organizar, a hablar con los medios y explicar tu trabajo y tu lucha. "No debes dejar de aprender cosas nunca, de estar al día con los estudios y las noticias y lo que está pasando en el país e internacionalmente... Como líder, deberías poder hablar sobre cualquier tema". Obtuvo su título como trabajadora social en 2013.

Sin embargo, dice que lo más importante es ser capaz de comprender a las personas. "Esa es la clave".
Menciona a HomeNet International (HNI) como un ejemplo de cómo funciona esto en la práctica. "Hay muchas mujeres líderes de diferentes realidades. Lo peor que podemos hacer es creer que somos únicas y exclusivas. Un buen liderazgo incluye compartir en solidaridad". Esto es exactamente lo que hace HNI.
"Nuestro dolor como trabajadorxs en domicilio es compartido. HNI nos motiva a no competir para poder construir nuestro mundo con un espíritu de hermandad y también de respeto por los derechos humanos como trabajadorxs".
"Es grandioso ver que reunirte con líderes mujeres de otras partes del mundo, es como renovar tus votos sindicales... Luego regresas a tu casa con la energía renovada, con ganas de trabajar... Realmente vale la pena", cuenta.
Cuando se estaba formando HomeNet International después de 2021, Patricia estaba en el Comité de Trabajo Internacionalque construyó y fortaleció la organización antes de su aprobación formal por delegadxs en abril de 2023.
Ese mismo año, 2021, se presentó para un cargo político y fue elegida como concejala de la comuna El Bosque (una región de Santiago). “Mi campaña era muy modesta, pero, como dijo mi madre, tengo la convicción de hablar", le contó a COTRADO ALACCree que pudo ganar porque lxs chilenxs están cansadxs de políticxs arrogantes que no conocen a sus votantes. "Yo sé lo que sucede ahí, así que puedo hablar sobre las aceras en malas condiciones, los cortes eléctricos, la falta de hospitales... hablamos una misma lengua, tenemos una misma voz. Veo gente llorar y no me avergüenzo de llorar con ellxs, porque siento que, cuando se pierde la sensibilidad, ya no se puede gobernar". Su mayor logro fue mejorar las 24 escuelas y los 17 jardines de infantes que estaban "en muy malas condiciones".
Actualmente continúa como trabajadora en domicilio, y su trabajo incluye hacer obras de arte de macramé y bellos apliques que representan escenas y temas de Chile. Trabaja en lo que sea necesario para sobrevivir, incluso cocinando para otras personas. También se hace tiempo para sus tres hijas, que ahora tienen 52, 50 y 49 años, sus XNUMX nietxs y sus XNUMX bisnietxs. Pero todavía prioriza trabajar como activista.
Participa de dos movimientos indígenas: Ñuke Mapu (Madre Tierra) y Nehuen Domo (fuerza de mujeres), y está trabajando para reorganizar sindicatos chilenos. En las elecciones de marzo, espera convertirse en presidenta de uno de ellos a nivel nacional: el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Independientes y en Domicilio Lo Espejo
"La idea es representar a todxs lxs trabajadorxs del país... No solo a lxs trabajadorxs en domicilio, sino también a lxs trabajadorxs con empleo precario de diferentes sectores: vendedorxs ambulantes, trabajadoras del hogar, cuidadorxs... Todxs lxs que trabajan desde su hogar en todo el país".
¿Por qué se involucró en esta lucha? "Es fácil de responder", responde. "Porque soy comunista y creo en la lucha por una sociedad mejor y más justa con conciencia social. Lucharé por mi país y por el país que quiero para mis hijas". Seguir adelante con la democracia también es una manera de honrar a todas las personas que fueron asesinadas durante la dictadura.
Nota: Patricia aparece en un video de 80 minutos: Testimonio para el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.