Por SITRABORDO

8 de marzo
Día Internacional de la Mujer
¡Las sindicalistas marchamos... que viva SITRABORDO!

Conmemorar el 8 de marzo como Día Nacional e Internacional de la Mujer en el contexto actual es una situación bastante compleja en nuestra sociedad y en el mundo, donde las mujeres somos el rostro visible de la lucha y la resistencia.

A principios del siglo XX, las luchas de las mujeres evidenciaron la necesidad de reivindicar sus derechos. A través de protestas, huelgas, mítines clandestinos y movilizaciones bajo el lema “pan, trabajo y paz”, exigieron acceso a la educación, la salud y una distribución más equitativa de las tareas del hogar. Además, demandaron el rechazo social a la violencia de género y la protección a las víctimas.

Todo este pasado y presente han permitido avances significativos, pero también un aumento de la violencia contra la mujer, especialmente la violencia sexual, que afecta diversos ámbitos de la vida, desde el hogar y el trabajo hasta el ejercicio del poder en el Estado. Las políticas públicas y legislaciones, muchas veces débiles en su aplicación, deberían reflejar un compromiso real con la oposición y el rechazo de los sectores de la sociedad que buscan frenar el cambio. Promover la conciencia y transformar la realidad es fundamental para amplificar la voz de las mujeres, haciéndola cada vez más fuerte. Este movimiento debe consolidarse como un instrumento de reivindicación, diálogo, convicción y transformación, con la firme disposición de defender los derechos conquistados y seguir construyendo un futuro más justo e igualitario.

Un futuro que se ve amenazado por el inminente desastre ambiental derivado de la derogación de la ley que prohibía la minería metálica. En un país ya afectado por la pérdida y degradación del ecosistema, se impactan de manera particular los derechos de las mujeres, quienes enfrentamos la mayor vulnerabilidad ante las crisis socioambientales.

Señalamos que, a pesar de las políticas de seguridad planteadas por las autoridades, la violencia contra las mujeres no ha disminuido. Según lo informado por la Fiscalía General de la República en su informe de labores de junio de 2023 a mayo de 2024, se registraron 20,950 hechos de violencia en todas sus expresiones. Además, el número de mujeres desaparecidas ha aumentado de 133 a 644 en el mismo período.

En el ámbito laboral, la situación de las mujeres en el país continúa siendo afectada negativamente por la clara ausencia de políticas públicas. Las razones se basan en contextos y condiciones de una débil práctica social, marcada por el estancamiento y retroceso en algunas particularidades.

La participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo significativamente menor que la de los hombres: solo el 50.5% de las mujeres forma parte de la fuerza laboral, en comparación con el 81.5% de participación de los hombres.

Las mujeres están empleadas en los sectores más vulnerables de la economía (comercio, servicios, industria manufacturera, servicios domésticos y servicios comunales, sociales y de salud), lo que genera una vulnerabilidad laboral, inestabilidad y pérdida de puestos de trabajo, limitando las oportunidades de crecimiento y estabilidad para las trabajadoras.