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Gracias Presidente por brindarme la oportunidad de hablar en esta sesión plenaria.
Soy Edileuza Guimarães, una trabajadora a domicilio de Brasil. Hoy represento a HomeNet, una red de organizaciones de trabajadores a domicilio de 20 países, que representan colectivamente a más de 600,000 trabajadores a domicilio. Soy presidente de ATEMDO, Asociación de Trabajadores a Domicilio de la Economía Solidaria, una pequeña asociación en Brasil, afiliada a HomeNet International.
Un estudio de la OIT de 2019 indicó que había más de 260 millones de trabajadores a domicilio en todo el mundo y muchos de ellos son mujeres. Si bien la pandemia afectó a todos, tuvo un impacto mucho más profundo en nosotros como trabajadores a domicilio. No había trabajo, ni ingresos, deudas crecientes, hambre, protección social y vacunas inaccesibles, lo que provocó la muerte de muchos de nuestros compañeros y familiares.
Nuestra organización hermana, WIEGO, realizó un estudio de impacto de los efectos del Covid-19 en los trabajadores de la economía informal, que encontró que los trabajadores a domicilio fueron el grupo de trabajadores más afectado por la pandemia y son el sector que más tarda en recuperarse. Durante estos tiempos difíciles, nos apoyamos en nuestras organizaciones y construimos solidaridad entre nosotros. Uno de los modelos organizativos que nos funcionó fue el de la Economía Social y Solidaria. Nuestras organizaciones, las empresas propiedad de los productores y las organizaciones de beneficio mutuo fueron las únicas que se adaptaron a las cambiantes cadenas de suministro y cambiaron sus modelos de producción para proporcionar trabajo e ingresos a los trabajadores a domicilio.
Si nos tomamos en serio una recuperación justa y centrada en el ser humano, tendremos que centrarnos en la gran economía informal y sus organizaciones de ESS. Si bien muchos modelos económicos nos han fallado durante esta pandemia, SSE ha demostrado ser un modelo amigable para los trabajadores, que es resistente. Es una forma de hacer la transición de la economía informal a la formal, muy en línea con la Recomendación 204 de la OIT. Es una forma de contribuir al logro de los objetivos de los ODS y especialmente el Objetivo 8 de Trabajo Decente. y Crecimiento Económico y el Objetivo 5 de Igualdad de Género.
