Las experiencias de las trabajadoras en domicilio de la cooperativa Litha, Khayelitsha, Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Trabajamos juntas en Litha Cooperative, una cooperativa registrada en Ciudad del Cabo. El grupo está compuesto por ocho trabajadoras en domicilio. Somos una de las siete cooperativas que reciben trabajo regular de la empresa social Township Patterns. Nuestro trabajo consiste principalmente en producir bolsas para conferencias destinadas a eventos locales e internacionales. Por cada bolsa producida, se nos paga una cierta cantidad: una tarifa por pieza.

Litha tuvo trabajo entre enero y marzo de 2020. Sin embargo, con el anuncio del confinamiento a mediados de marzo, Township Patterns cerró su negocio. Township Patterns se lo comunicó a nuestra cooperativa. Dijeron que volverían a ponerse en contacto con nosotras durante la primera semana de mayo de 2020. En "condiciones normales" la cooperativa tendría al menos trabajo regular con ingresos regulares, pero con el confinamiento la mayoría de nosotras nos quedamos sin trabajo ni ingresos.

Algunas de nosotras calificamos y recibimos la subvención para manutención infantil mensual (una subvención en efectivo para las personas cuidadoras primarias de niños menores de 18 años). Esta es una pequeña cantidad de R420 por niño (alrededor de 25 dólares estadounidenses). Después de una campaña de incidencia exitosa por parte de grupos nacionales de la sociedad civil, la subvención se incrementó por un período de cinco meses. Esto se implementó a fines de abril de 2020. Pero con el aumento vertiginoso de los alimentos y los servicios básicos, la subvención para la manutención infantil no puede sostener los medios de vida básicos de las trabajadores en domicilio. De hecho, la única fuente de ingresos para muchas de nuestras familias se convirtió en esta subvención. Ninguno de los planes de seguridad alimentaria del gobierno, como los paquetes de alimentos, nos llegó.

En algún momento durante el confinamiento, nuestra cooperativa recibió un pedido para hacer mascarillas. Por supuesto, el sistema consiste en que el intermediario recibe el trabajo y se lo entrega a las cooperativas. Nuestra cooperativa fue una de las que recibieron un pedido de 1000 mascarillas por semana. Sin embargo, no pudimos cumplir con la fecha límite para completar el pedido y nuestros esfuerzos por ganar un poco se redujeron a nada. La persona intermediaria recogió el trabajo y no nos pagó por los productos terminados.