La señora Boonchan Pannawong es una trabajadora a domicilio de 66 años que vive en las afueras de Bangkok, en un distrito llamado Nong Chok, a una hora en coche del centro de la ciudad. Vive con su hija, su yerno y sus nietos y, como muchos otros en su comunidad, trabajan desde casa para mantener a su familia.
Su principal fuente de ingresos proviene de la confección de cortinas, que producen a partir de pedidos que les hace un intermediario. Esta persona visita su casa y les lleva los tejidos y otros materiales necesarios. A la señora Boonchan y a su familia se les paga por metro cuadrado por las cortinas que cosen. Sin embargo, ellos corren con los gastos de electricidad, maquinaria y otras herramientas necesarias para su trabajo, lo que añade una capa de responsabilidad financiera a su negocio desde casa.
La rutina diaria de la familia es un acto de equilibrio entre el cuidado de los demás y el trabajo de producción. Todas las mañanas, la señora Boonchan prepara las comidas y cuida de sus nietos. Después, se une a su hija y a su yerno para confeccionar cortinas y realizar otras tareas domésticas.
La Sra. Boonchan reflexiona sobre cómo aprendió estas habilidades por primera vez:
Aprendimos estas habilidades por primera vez cuando un maestro vino a nuestra comunidad para capacitarnos. Después de aprender, transmitimos el conocimiento a otros miembros de la aldea, ayudándolos a obtener ingresos adicionales para sus familias. Todos en nuestro grupo se han unido para trabajar y apoyarse mutuamente, y así es como logramos que las cosas sucedan en nuestra comunidad.
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Como miembros de la Grupo “Gloom Sarn Takra” (Grupo de tejedores de cestas)La Sra. Boonchan y su familia también forman parte de HomeNet Tailandia, una red nacional más amplia de trabajadores de la economía informal que ofrece capacitación en producción y gestión, promueve las organizaciones de trabajadores informales y defiende sus derechos a la protección social y al trabajo decente.
Al igual que millones de trabajadores a domicilio en todo el mundo, la Sra. Boonchan y su familia siguen luchando por el reconocimiento, la igualdad y el acceso a un trabajo digno. Sus historias, como las de tantas otras, siguen sin contarse. Sin embargo, son la columna vertebral de las economías locales y trabajan incansablemente desde sus hogares para apoyar a sus familias y comunidades.
HomeNet International (HNI) se enorgullece de apoyar a los trabajadores a domicilio como la Sra. Boonchan y su familia, y aboga por mejores protecciones, salarios justos y una mayor visibilidad para esta fuerza laboral que a menudo se pasa por alto. Mientras continuamos presionando para la ratificación del Convenio 177 de la OIT, esperamos garantizar los derechos y la dignidad que merecen los trabajadores a domicilio.