Uno de los aspectos más destacados de nuestro Congreso fue el bazar de las personas trabajadoras en domicilio, un mercado curado que reunió a trabajadoras y trabajadores en domicilio de cinco regiones distintas. El bazar sirvió como plataforma para que ese colectivo exhibiera sus artesanías y presentara una amplia gama de productos. Desde tejidos hasta artesanías talladas, el bazar personificó la notable diversidad y las habilidades que impregnan el trabajo de estas personas talentosas. El público tuvo el privilegio de interactuar directamente con las personas trabajadoras en domicilio, descubrir las historias detrás de cada pieza y apreciar más profundamente sus contribuciones. El bazar no solo subrayó la importancia económica de su trabajo, sino también el papel clave que desempeñan estas comunidades en la preservación del patrimonio cultural y la promoción de medios de vida sostenibles.